Tuesday, March 27, 2007

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Maya News Updates 2007, No. 15: Cacaxtla - The Murals 30 Years Later
Today, on March 27, 2007, the Instituto Nacional de Antropologia e Historia posted a short overview on their website (section: Sala de Prensa - Noticias) on some of the recent archaeological research at the central Mexican site of Cacaxtla. The site is located some 115 km. east of Mexico City in the state of Tlaxcala and is well-known for some of the largest polychrome mural programs in Mesoamerica. More specifically, the site is known for the Late Classic Maya origin of the style and contents of the polychrome murals (edited by MNU):
Devuelven resplandor al Mural de la Batalla, en Cacaxtla: El Mural de La Batalla, una de las pinturas prehispánicas más largas de Mesoamérica, -con 22 metros de extensión-, recuperó su imagen original tras el retiro del techo metálico que la cubría y propiciaba la acumulación de tierra en detrimento de su visibilidad. La obra también es objeto de una serie de estudios sobre técnica pictórica.
Descubierta de manera fortuita a finales de los años setenta, esta obra pictórica fue protegida “provisionalmente” de la intemperie con un techo metálico, debido a que en esa época aún no se contaba con la gran techumbre de 11 mil metros cuadrados que protege en su totalidad la Zona Arqueológica de Cacaxtla, ubicada en el estado de Tlaxcala. Durante una visita de supervisión, Diana Molatore Salviejo, experta del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), explicó que con el paso del tiempo la cubierta metálica quedó por tiempo indefinido, posteriormente se colocó cristal en los dos páneles en que está dividido el mural y en conjunto suman 22 metros de longitud. La existencia de la cubierta y el vidrio propiciaban la acumulación de tierra arrastrada por los fuertes vientos que imperan en la región. “Con la finalidad de contribuir a la mejor conservación y aspecto visual de esta obra prehispánica, de manera colegiada se determinó retirar tales elementos”, acotó la restauradora. Luego de precisar que el mural guarda un buen estado de conservación, fundamentalmente de su parte cromática, explicó que La Batalla había perdido un poco de visibilidad como resultado de la acumulación de tierra arrastrada por la el viento.
“Las partículas entraban por un extremo pero ya no salían del otro, quedando depositadas en los cristales y la pintura, por ello se veía una tanto opaca”, acotó al precisar que el fenómeno sólo se presentaba en este mural, en comparación con las demás pinturas del sitio que carecen de protección, se observan en condiciones más limpias.
Al eliminar el techo, los cristales y las cortinas con las que se cubría en la noche, se ha devuelto su esplendor al mural. “Ahora se pueden ver las escenas con mayor nitidez, y a su vez apreciar el Edificio B de manera completa, porque antes el techo “fracturaba” la imagen integral entre esta construcción tipo pórtico y el mural”, destacó Molatore Salviejo. La restauradora --quien junto con la arqueóloga Beatriz Palavicini, coordinan el Proyecto de Conservación Integral y Mantenimiento Mayor de la Zona Arqueológica de Cacaxtla--, explicó que en lugar del cristal se colocó una protección de policarbonato con filtro UV. Un material muy ligero e imperceptible al que se dio una pequeña inclinación que impide el reflejo de la luz y permite ver claramente la obra prehispánica. El desmontaje de la lámina metálica de (26 x 1.60 metros) requirió del diseño un modelo de protección de la pintura y las estructuras prehispánicas, a cargo de Juan de Jesús Márquez; Armando Soto, Ignacio Méndez y Alejandro Nishimura, restauradores de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC).
“Comprendió el embalaje de paredes, pisos y mural, con la finalidad de evitar algún daño o esquirla durante la maniobra, y además se optó por un método de cortes de baja vibración”, comentó Molatore Salviejo.
Recordó que desde el 2004 se han efectuado acciones de conservación del Edificio B y el Mural, como el retiro de polímeros que se aplicaron hace un par de décadas, así como de limpieza y consolidación de los muros, lo que ha permitido dar estabilidad al conjunto prehispánico. Para la temporada de trabajo 2007 del gran basamento, la experta adelantó que se contempla el retiro de otra techumbre de menor tamaño que cubre Edificio A, el cual provoca una doble condensación de humedad, así como de una más de otro punto al sur de la zona arqueológica denominado La Escalera. “Con estas acciones y las tareas permanentes de conservación integral que se efectúan con la consolidación de columnas y muros, se está devolviendo paulatinamente una imagen total del sitio”, concluyó.
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El Mural de La Batalla y su técnica pictórica: Por su parte la arqueóloga Beatriz Palavicini, dio a conocer que la obra mural creada en el Epiclásico (600 – 900 d.C), durante el momento de mayor esplendor de Cacaxtla; es actualmente objeto de un par de investigaciones orientadas a determinar la técnica pictórica con fue hecho el gran mural.
“Son estudios a cargo del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, relativos a precisar el estilo, determinar cuántos pintores prehispánicos intervinieron en la ejecución del mural y la técnica que se uso, es decir si se hizo un bosquejo y después la obra”, detalló. En lo concerniente a la interpretación del contenido de La Batalla, la especialista indicó que en épocas anteriores se sostenía la idea que se trataba de una guerra. “Sin embargo últimamente el consenso de los investigadores se inclina a que se trata de un acto ritual de sacrificio, que se dio después de terminado el conflicto bélico”, dijo. La arqueóloga adscrita al Centro INAH-Tlaxcala, explicó que el rito se trataba de una costumbre de origen maya extendida como una “moda” durante la época y que consistía en “recuperar la sangre” derramada, desangrando a su vez a los prisioneros para ofrendársela a los dioses. Por ello en la parte inferior se observan charcos de sangre, en equivalencia al mural que adorna el tercer palacio de Bonampak donde se plasmó el momento en que se iba a efectuar el sacrificio”, planteó la arqueóloga. El hecho que La Batalla presenta influencias mayas, esto no significa que Cacaxtla fue poblada por mayas o que hayan venido a pintar el mural, sino que se trató de esa “moda” de la época.
En el mural se han identificado 48 personajes, animales y glifos. Destacan las tonalidades azul maya, negro humo y rojo. La obra de 22 metros de longitud, atribuida a la cultura olmeca-xicalanca, muestra la representación de dos grupos de guerreros que portan atavíos de las órdenes militares ave y jaguar. Esta dividida por la mitad con una escalinata. El primer panel muestra a los personajes jaguar sometiendo a los que portan el atuendo de ave; mientras que el segundo hace alusión a un rito de sacrificio (text: INAH, http://www.inah.gob.mx/press/htme/sape.html).
For more online information and illustrations of the murals at the site of Cacaxtla:
www.inah.gob.mx/zoar/htme/za02401.html
www.cnca.gob.mx/cnca/inah/zonarq/cacaxtla.html
www.famsi.org/research/pohl/sites/cacaxtla.html
www.famsi.org/spanish/research/pohl/sites/cacaxtla.html
www.utexas.edu/cofa/a_ah/dir/precol/cacaxtla.htm
www.islc.net/~lesleyl/cacaxtla.html

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