Friday, July 08, 2011


Maya News Updates 2011, No. 26: Tonina, Chiapas - Archaeologists Discover Two Statuettes of Copan Captives

On Wednesday, July 7, 2011, the Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reported the discovery of two statuettes of captives, the hieroglyphic captions on which associated them with the Copan kingdom in the southeast Maya area. At Tonina, a large site in Chiapas the acropolis of which covers a mountain side the view of which dominates the valley across which it looks out, a large variety of statuettes and panels have been found that depict captives. These captives come from, for instance, Chatan (statuette in site museum), Palenque (referring to the Palenque king K'an Joychitam; Monument 122), Anayte', Chiiknaab (most probably Calakmul), and to which now can be added Copan. The discovery was reported to the press by the director of the the Tonina Archaeological Project, Juan Yadeun, at the site itself at the location where the newly discovered statuettes were found. Additionally a pair of large panels were discovered that functioned as ballcourt markers (edited by MNU [corrections between square brackets]; photos: INAH):


Hallan en Chiapas Guerreros de Copán - Dos esculturas prehispánicas en piedra caliza, que representan a cautivos de guerra, y un par de tableros que fungieron como marcadores de un juego de pelota, fueron hallados por especialistas mexicanos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) en la zona arqueológica de Toniná, en el municipio de Ocosingo, Chiapas. El descubrimiento corrobora la alianza pactada por los señoríos de Copán, en Honduras, y Palenque, en México, en la guerra que esta última ciudad maya sostuvo contra Toniná durante 26 años (de 688 a 714 d.C.), por el control de las aguas del río Usumacinta.
Las esculturas de los prisioneros de Copán y los dos tableros, cuya antigüedad aproximada es de 1,300 años, fueron hallados bajo tierra a fines de mayo de 2011, al sur de la cancha del Juego de Pelota. “Todas las piezas se encontraron rotas; los dos tableros en más de 30 fragmentos, una de las esculturas en alrededor de 20 partes y sin cabeza, y la otra se encontró completa, aunque fracturada en tres partes”, informó el doctor Juan Yadeun, responsable del Proyecto Arqueológico Toniná.
Estos nuevos hallazgos —asegura el especialista— ofrecen información de las batallas sostenidas por Toniná hace más de mil años, a diferencia de otros seis elementos decorativos que fueron encontrados en la década de los 90 —cuatro tableros y dos esculturas— que debido a sus malas condiciones de conservación no fue posible hacer interpretaciones precisas que ayudaran al entendimiento de la historia de la civilización maya.
“Las esculturas —de 1.5 m de altura— son representaciones de guerreros mayas hechos prisioneros por antiguos habitantes de Popo (hoy Toniná), y que en algún momento fueron expuestos en vida en los cuatro extremos de la cancha. Posteriormente, en esos mismos puntos, fueron colocadas sus representaciones en piedra para comunicar permanentemente a los habitantes del lugar que su gobernante había ganado la guerra contra las ciudades mayas de Palenque y Copán, según lo revelan las diversas inscripciones encontradas en el transcurso de las excavaciones de la cancha del juego de pelota”, detalló el arqueólogo Yadeun.
El especialista del INAH refirió que “ambas esculturas de cautivos tienen inscripciones jeroglíficas —en el pecho y sobre el taparrabo— que refieren que estos individuos fueron súbditos del señor K’uy Ni[k] Ajaw, perteneciente al reino de Copán, hoy Honduras, durante la época en que gobernó [W]axa[k]lajuun Ub'aah K'awiil, conocido también como 18 Conejo, en el periodo Epiclásico (680- 800 d.C.).
Debido a la lucha de poder que sostuvieron por más de dos décadas Toniná y Palenque, el hallazgo de los dos cautivos de Copán es evidencia física que corrobora la alianza que este último señorío tuvo con Palenque, para pelear en contra de Toniná.
“Las inscripciones también refieren que los cautivos fueron ofrendados con fuego y humo de copal durante una celebración relacionada con la cancha del juego de pelota; consideramos que pudo haber sido durante la inauguración de la segunda etapa decorativa de la cancha del reino maya de Popo['] (nombre antiguo de Toniná), ocurrida alrededor del 695 d.C.”, explicó el arqueólogo Juan Yadeun.


Al respecto, abundó que los mayas del México antiguo creían que los templos tenían vida propia y que “nacían” cuando eran inaugurados, por esta razón derramaban sangre durante una ceremonia para simular el parto, por lo cual, a decir del especialista, posiblemente estos prisioneros de Copán fueron utilizados durante el ritual inaugural de la segunda etapa decorativa de la cancha para darle “vida” a la estructura.
El arqueólogo del INAH abundó que la escultura del guerrero cautivo que fue encontrada casi completa, representa a un individuo semidesnudo que porta bandas de tela en las orejas, elemento característico de los prisioneros, que eran despojados de sus orejeras.
“También se puede apreciar claramente que el cabello del cautivo fue recogido con fines rituales, pues era costumbre entre los mayas recoger el pelo del prisionero para llevar a cabo su decapitación; ambos prisioneros aparecen sentados con las piernas cruzadas y las manos atadas por detrás”, explicó.
El doctor Yadeun precisa que desde 688 hasta 714 d.C., se desarrollaron diferentes batallas entre Toniná y Palenque por la búsqueda de poder y control las grandes aguas, enclavadas en las cuencas de la región, que bañaban el río Usumacinta y de otros afluentes menores, entre ellos el Jataté, La Venta, San Pedro y Palizada.
Por ello, alrededor del año 688, Yuhkno´m Wahywal, señor de Toniná, fue capturado y probablemente asesinado por el primogénito de Kinich Janaahb´ Pakal, gobernante de Palenque, como lo refieren las inscripciones de Palenque. “Ante esta catástrofe hubo cambios en la cosmovisión e ideología de los habitantes de Toniná.
“Asimismo, por esta razón destruyen la iconografía de diversos templos y de la cancha del juego de pelota, de la cual rompen los seis marcadores en forma de cabezas de serpientes celestes —que correspondían a la primera etapa constructiva del sitio— vinculadas con el movimiento de las estrellas, el cosmos, el culto a las montañas y la lucha entre los señores de la luz (o del cielo) y los de la oscuridad (del inframundo o del Xibalbá), para crear y destruir constantemente el universo”, apunta Yadeun.
“Entre el 695 y 714 d.C. —continuó—, en Toniná se realizó la segunda etapa constructiva de la cancha del juego de pelota, debido a que, a partir del 688 d. C., K´inich Baak Nal Chaahk, señor de Popo, hizo frente al gobernante de Palenque y tomó como prisioneros a varios de sus aliados.
“A partir de entonces la cancha del juego de pelota fue dedicada a las batallas y victorias obtenidas por Toniná sobre sus enemigos, en donde se representaron guerras entre la luz (con la cual se identificaban los habitantes de Toniná) y la oscuridad en la tierra (vinculada al señorío de Palenque).
“En esta segunda etapa del juego de pelota se crearon nuevos marcadores, que corresponden a los dos tableros que se acaban de encontrar en estas excavaciones, y en los cuales hay inscripciones que también se hacen mención del título dinástico del señor K’uy Nik Ajaw, del reino de Copán”, refirió investigador de la Dirección de Estudios Arqueológicos del INAH.
Ambos tableros se hallaron fragmentados e incompletos, y en ellos se observa la representación de una serpiente esculpida alrededor, y la talla de un cautivo sacrificado en el centro de cada uno de ellos. (Source INAH)