Maya News Updates 2008, No. 42: Copan, Honduras - Ricardo Agurcia Fasquelle Lectured on Recent Findings at Copan's Temple 16
The XIII Simposio “Román Piña Chán” is part of the series of lectures and symposia organized as part of the XX Feria del Libro de Antropología e Historia, as held at the Museo Nacional in Mexico City from September 18 to 28, 2008 . The XIII Simposio “Román Piña Chán” opened with a lecture by Honduran archaeologist Ricardo Agurcia Fasquelle, who provided important information derived from recent explorations of some of the earliest structures within Copan's Temple 16, named Rosalila and Oropendola (edited by MNU).
Hallan ofrendas dedicadas al rey de Copán, Honduras - El interior del Templo 16 de Copán (400-800 d.C.), en Honduras, el más alto de ese sitio maya, esconde aún importantes secretos, así lo confirman recientes descubrimientos en dos de sus subestructuras: Rosalila y Oropendola, dio a conocer Ricardo Agurcia Fasquelle, responsable desde hace 30 años de los trabajos arqueológicos en esta zona declarada Patrimonio Mundial en 1980.
A través de una red de túneles que dirigen al basamento del Templo 16 —el cual se eleva a 20 metros sobre la Acrópolis—, se han descubierto las etapas constructivas de este edificio, informó el especialista, quien con una conferencia magistral comenzó las sesiones del XIII Simposio “Román Piña Chán”, en el marco de la XX Feria del Libro de Antropología e Historia (FLAH). El arqueólogo informó en la conferencia realizada en el Museo Nacional de Antropología, que sobre una banqueta ubicada en el cuarto central de Rosalila, se encontró recientemente una ofrenda compuesta por incensarios que contenían restos de carbón, algunos con elementos iconográficos como el jaguar y la ceiba; e instrumentos usados para el sacrificio: cuchillos y perforadores. “Otro tipo de ofrendas que encontramos también en esta habitación, fue una concha pintada en rojo, con un cetro de jade en su centro, el cual es una representación de un gobernante. Esta pieza hace referencia a la presencia del rey en el inframundo, en el mundo acuático.”
“La complejidad de este depósito nos habla de actos de donación en honor a los antepasados y, en el caso específico de Rosalila, al primer monarca: K’inich Yax K’uk’ Mo’,” dijo Ricardo Agurcia, durante su participación, con el tema: Arqueología y desarrollo comunitario en Copán, Honduras, en el encuentro académico organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Rosalila —edificio emblema de Honduras y del que existe una réplica en el Museo de la Escultura del sitio— posee tres cuerpos y todas sus tallas que aluden a la “montaña sagrada” están hechas en estuco modelado, además de conservar gran parte de su policromía que representa la exuberancia del trópico. También destacan, en su parte baja, representaciones del dios del sol, K’inich A[j]a[w], deidad que se repite en mascarones más pequeños; así como alusiones mediante emblemas, del rey fundador de Copán: K’inich Yax K’uk’ Mo’, el ojo o representante del sol.
Por su parte, en el cuarto principal de Oropendola, donde se han enfocado las más recientes investigaciones, se detectaron ofrendas debajo de la banca de ese espacio y estaban depositadas en relación con los puntos cardinales. Objetos de jade (entre ellos la efigie de un jorobado) y concha, principalmente, componen este hallazgo. “Una sorpresa más en Oropendola, fue el descubrimiento, en el segundo nivel del templo, de una docena de patollis (incisiones sobre el piso) que representan varias figuras, entre ellas, un retrato del Dios del Maíz, en posición de danza.”
Agurcia Fasquelle, director ejecutivo de la Asociación Copán, destacó que los estilos arquitectónicos de Rosalila y Oropendola, marcan un cambio radical, siendo la primera estructura un poco más antigua que la segunda. “Pasamos de una ornamentación con base en estuco, el caso de Rosalila; a un tallado en piedra para Oropendola. Esta transición se dio hacia el 600 d.C., y está asociado probablemente —conforme la hipótesis de un equipo de investigación de la Universidad de Pensilvania— a una enorme deforestación que hubo en el Valle de Copán.”
Para el ex director del Instituto Hondureño de Antropología e Historia, todas las subestructuras que componen el Templo 16, mantienen un mismo mensaje: la veneración al rey fundador, K’inich Yax K’uk’ Mo’, cuya tumba se encontró en la primera etapa constructiva denominada Hunal, por parte del citado equipo de la Universidad de Pensilvania. “Durante la edificación de este complejo arquitectónico, el Templo 16, que duró cuatro siglos, del 400 al 800 d.C., los antiguos mayas de Copán nunca perdieron de vista el lugar donde fue depositado su fundador. El esqueleto de este primer gran estadista, permitió hacer su reconstrucción facial mediante estudios de antropología física.”
Un proyecto comunitario exitoso - En otro sentido, Ricardo Agurcia mencionó que el trabajo sistemático en Copán, gracias al apoyo sostenido del gobierno hondureño desde 1975 y a la puesta en marcha de un Plan de Manejo desde 1984, ha permitido conformar una gran base de datos, “la más completa en comparación de la que puede tener cualquier otro sitio del mundo maya.”
“La investigación arqueológica no sólo ha brindado objetos preciosos de un pueblo muerto, también ha permitido el crecimiento y desarrollo sostenible en comunidades pobres vía el empleo, así como la puesta en valor de la herencia cultural de todo un país.” En la puesta al día de infraestructura se cuenta el Centro Regional de Investigaciones Arqueológicas (CRIA) y sus bodegas de escultura —donde se resguardan más de 30 mil fragmentos—; la readecuación del Museo de la Escultura, y la restauración del Fuerte Cabañas que ahora aloja al Museo Escolar Casa K’inich (del sol).
De esa manera, de 12 mil visitantes en 1978, en 2007 Copán tuvo una afluencia de 170 mil personas. Y de percibir en 1975, 12 mil 500 dólares, actualmente obtiene ingresos por arriba del millón y medio de dólares (source INAH - Sala de Prensa).
A través de una red de túneles que dirigen al basamento del Templo 16 —el cual se eleva a 20 metros sobre la Acrópolis—, se han descubierto las etapas constructivas de este edificio, informó el especialista, quien con una conferencia magistral comenzó las sesiones del XIII Simposio “Román Piña Chán”, en el marco de la XX Feria del Libro de Antropología e Historia (FLAH). El arqueólogo informó en la conferencia realizada en el Museo Nacional de Antropología, que sobre una banqueta ubicada en el cuarto central de Rosalila, se encontró recientemente una ofrenda compuesta por incensarios que contenían restos de carbón, algunos con elementos iconográficos como el jaguar y la ceiba; e instrumentos usados para el sacrificio: cuchillos y perforadores. “Otro tipo de ofrendas que encontramos también en esta habitación, fue una concha pintada en rojo, con un cetro de jade en su centro, el cual es una representación de un gobernante. Esta pieza hace referencia a la presencia del rey en el inframundo, en el mundo acuático.”
“La complejidad de este depósito nos habla de actos de donación en honor a los antepasados y, en el caso específico de Rosalila, al primer monarca: K’inich Yax K’uk’ Mo’,” dijo Ricardo Agurcia, durante su participación, con el tema: Arqueología y desarrollo comunitario en Copán, Honduras, en el encuentro académico organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Rosalila —edificio emblema de Honduras y del que existe una réplica en el Museo de la Escultura del sitio— posee tres cuerpos y todas sus tallas que aluden a la “montaña sagrada” están hechas en estuco modelado, además de conservar gran parte de su policromía que representa la exuberancia del trópico. También destacan, en su parte baja, representaciones del dios del sol, K’inich A[j]a[w], deidad que se repite en mascarones más pequeños; así como alusiones mediante emblemas, del rey fundador de Copán: K’inich Yax K’uk’ Mo’, el ojo o representante del sol.
Por su parte, en el cuarto principal de Oropendola, donde se han enfocado las más recientes investigaciones, se detectaron ofrendas debajo de la banca de ese espacio y estaban depositadas en relación con los puntos cardinales. Objetos de jade (entre ellos la efigie de un jorobado) y concha, principalmente, componen este hallazgo. “Una sorpresa más en Oropendola, fue el descubrimiento, en el segundo nivel del templo, de una docena de patollis (incisiones sobre el piso) que representan varias figuras, entre ellas, un retrato del Dios del Maíz, en posición de danza.”
Agurcia Fasquelle, director ejecutivo de la Asociación Copán, destacó que los estilos arquitectónicos de Rosalila y Oropendola, marcan un cambio radical, siendo la primera estructura un poco más antigua que la segunda. “Pasamos de una ornamentación con base en estuco, el caso de Rosalila; a un tallado en piedra para Oropendola. Esta transición se dio hacia el 600 d.C., y está asociado probablemente —conforme la hipótesis de un equipo de investigación de la Universidad de Pensilvania— a una enorme deforestación que hubo en el Valle de Copán.”
Para el ex director del Instituto Hondureño de Antropología e Historia, todas las subestructuras que componen el Templo 16, mantienen un mismo mensaje: la veneración al rey fundador, K’inich Yax K’uk’ Mo’, cuya tumba se encontró en la primera etapa constructiva denominada Hunal, por parte del citado equipo de la Universidad de Pensilvania. “Durante la edificación de este complejo arquitectónico, el Templo 16, que duró cuatro siglos, del 400 al 800 d.C., los antiguos mayas de Copán nunca perdieron de vista el lugar donde fue depositado su fundador. El esqueleto de este primer gran estadista, permitió hacer su reconstrucción facial mediante estudios de antropología física.”
Un proyecto comunitario exitoso - En otro sentido, Ricardo Agurcia mencionó que el trabajo sistemático en Copán, gracias al apoyo sostenido del gobierno hondureño desde 1975 y a la puesta en marcha de un Plan de Manejo desde 1984, ha permitido conformar una gran base de datos, “la más completa en comparación de la que puede tener cualquier otro sitio del mundo maya.”
“La investigación arqueológica no sólo ha brindado objetos preciosos de un pueblo muerto, también ha permitido el crecimiento y desarrollo sostenible en comunidades pobres vía el empleo, así como la puesta en valor de la herencia cultural de todo un país.” En la puesta al día de infraestructura se cuenta el Centro Regional de Investigaciones Arqueológicas (CRIA) y sus bodegas de escultura —donde se resguardan más de 30 mil fragmentos—; la readecuación del Museo de la Escultura, y la restauración del Fuerte Cabañas que ahora aloja al Museo Escolar Casa K’inich (del sol).
De esa manera, de 12 mil visitantes en 1978, en 2007 Copán tuvo una afluencia de 170 mil personas. Y de percibir en 1975, 12 mil 500 dólares, actualmente obtiene ingresos por arriba del millón y medio de dólares (source INAH - Sala de Prensa).