Maya News Updates 2007, No. 72: Guatemala City - The Museo Miraflores Celebrates Its Fifth Anniversary
Today, Friday October 26, 2007, the online edition of the Guatemalan newspaper Prensa Libre posted a short notice on the Museo Miraflores, the only museum in Guatemala City dedicated to an archaeological site, Kaminaljuyu (edited by MNU):
Cinco años de un foco cultural: Innovación, creatividad y vanguardia, son las palabras que caracterizan al único museo arqueológico de sitio de la ciudad - El museo está dedicado a la ciudad maya de Kaminaljuyu, por lo que en su sala principal se exhiben objetos de hasta 3,000 años de antigüedad.
El proyecto empezó en 1994, cuando los dueños decidieron desarrollar la zona. A diferencia de otras áreas, se contactó a las autoridades para cumplir con el reglamento arqueológico del país. Surgió un proyecto de dos años de excavaciones continuas con personal netamente local, aunque se incluyeron especialistas foráneos. Y luego dos o tres años más para investigación de todas las piezas encontradas. Se reservó un área que incluye el sector del museo y otros montículos.
Los hallazgos dan cuenta de que en Kaminal Juyú hubo un enorme lago que abastecía de agua la ciudad. Nuestros antepasados eran grandes agricultores y e ingenieros que construyeron canales para irrigar los campos de cultivo. Hay uno que abarca la finca Miraflores y otro más antiguo que pasa por la colonia San Jorge. Los vestigios permiten saber cómo era la arquitectura. También que se hablaba una lengua cholana y que luego los quichés invadieron y conquistaron la ciudad.
Mediante un convenio se acordó construir el museo privado que es el único dedicado a Kaminal Juyú, el sitio arqueológico más importante del altiplano y de la costa sur. Éste abrió sus puertas el 26 de octubre del 2002. En la entrada hay la réplica de un canal de irrigación, en el lobby una maqueta interactiva. También tiene una sala temporal de exposiciones, una sala arqueológica cuyo guión recrea la vida cotidiana de los mayas, y un mezanine que se cambia cada 6 a 12 meses.
El museo rompe los esquemas tradicionales. Aquí está permitido tocar algunas piezas, jugar sobre una maqueta que recrea la ciudad de Kaminal Juyú y que permite comparar y ubicar casas, terrenos de cultivo, canales de riego, con las calles y avenidas actuales. Hay dibujos en la pared en los que el visitante puede comparar su estatura con la de los antiguos moradores de la ciudad, también paneles móviles que resumen y comparan las etapas de esa civilización con otras del mundo, etc.
El jardín arqueológico tiene un sendero con una iluminación especial. Se reforestó con árboles de hormigo, con los que se hace la marimba, y una Ceiba, entre otros. La idea es rescatar valores. Hay más de una docena de bancas donde se puede leer o platicar. La idea es que incluso personas de la tercera edad puedan disfrutar su tarde y tomarse un café. En una ciudad donde no hay parques, el museo ofrece ese pequeño pulmón al que no llega el bullicio de la calzada Roosevelt.
Como todos los museos del mundo, Miraflores no es lucrativo sino una fundación que recibe aportes económicos o en especie. No compra piezas y sólo recibe donativos que estén perfectamente en ley. Además hay patrocinadores que entregan fondos para llevar a niños de escasos recursos, principalmente de la provincia. La experiencia es muy enriquecedora puesto que no sólo se les trata como reyes, sino se aprende mucho cuando se juntan de dos o más lugares distintos del país.
Si bien el museo empezó a trabajar con mil 500 visitantes mensuales, actualmente recibe cuatro mil. Pero hay épocas en el año en las que el número tiende a subir por las vacaciones o por el mes patrio. El principal público son los niños, aunque el museo está diseñado para que lo disfruten grupos familiares, escolares o individuos de cualquier edad. Las cédulas informativas suelen ser suficientes para recorrer el museo, sin embargo, también hay visitas guiadas y guías impresas.
A pesar de ser un museo tan joven, ha tenido mucha experiencia en innovación y creatividad. No sólo se caracteriza por ser un museo que mantiene las instalaciones limpias, sino que allí se realizan actividades de todo tipo. Desde cursos (arreglos florales, etiqueta, baile, meditación), talleres (de arqueología, cerámica, literatura) hasta la realización de bodas y graduaciones en los jardines. “Es hermoso que bailen el vals sobre la maqueta iluminada”, comenta la directora (written byNancy Arroyave; source Prensa Libre).
The Museo Miraflores is located at the 7a. calle 21-55, in Zona 11, Guatemala City. The museum is open to the public Tuesday to Sunday, from 9:00 to 19:00 hrs. The admission fee is Q8, for children, elder adults, and students with student card, and Q15 for local (Guatemalan) adults. Foreigners pay US$ 3 for children and US$ 5 for adults.
El proyecto empezó en 1994, cuando los dueños decidieron desarrollar la zona. A diferencia de otras áreas, se contactó a las autoridades para cumplir con el reglamento arqueológico del país. Surgió un proyecto de dos años de excavaciones continuas con personal netamente local, aunque se incluyeron especialistas foráneos. Y luego dos o tres años más para investigación de todas las piezas encontradas. Se reservó un área que incluye el sector del museo y otros montículos.
Los hallazgos dan cuenta de que en Kaminal Juyú hubo un enorme lago que abastecía de agua la ciudad. Nuestros antepasados eran grandes agricultores y e ingenieros que construyeron canales para irrigar los campos de cultivo. Hay uno que abarca la finca Miraflores y otro más antiguo que pasa por la colonia San Jorge. Los vestigios permiten saber cómo era la arquitectura. También que se hablaba una lengua cholana y que luego los quichés invadieron y conquistaron la ciudad.
Mediante un convenio se acordó construir el museo privado que es el único dedicado a Kaminal Juyú, el sitio arqueológico más importante del altiplano y de la costa sur. Éste abrió sus puertas el 26 de octubre del 2002. En la entrada hay la réplica de un canal de irrigación, en el lobby una maqueta interactiva. También tiene una sala temporal de exposiciones, una sala arqueológica cuyo guión recrea la vida cotidiana de los mayas, y un mezanine que se cambia cada 6 a 12 meses.
El museo rompe los esquemas tradicionales. Aquí está permitido tocar algunas piezas, jugar sobre una maqueta que recrea la ciudad de Kaminal Juyú y que permite comparar y ubicar casas, terrenos de cultivo, canales de riego, con las calles y avenidas actuales. Hay dibujos en la pared en los que el visitante puede comparar su estatura con la de los antiguos moradores de la ciudad, también paneles móviles que resumen y comparan las etapas de esa civilización con otras del mundo, etc.
El jardín arqueológico tiene un sendero con una iluminación especial. Se reforestó con árboles de hormigo, con los que se hace la marimba, y una Ceiba, entre otros. La idea es rescatar valores. Hay más de una docena de bancas donde se puede leer o platicar. La idea es que incluso personas de la tercera edad puedan disfrutar su tarde y tomarse un café. En una ciudad donde no hay parques, el museo ofrece ese pequeño pulmón al que no llega el bullicio de la calzada Roosevelt.
Como todos los museos del mundo, Miraflores no es lucrativo sino una fundación que recibe aportes económicos o en especie. No compra piezas y sólo recibe donativos que estén perfectamente en ley. Además hay patrocinadores que entregan fondos para llevar a niños de escasos recursos, principalmente de la provincia. La experiencia es muy enriquecedora puesto que no sólo se les trata como reyes, sino se aprende mucho cuando se juntan de dos o más lugares distintos del país.
Si bien el museo empezó a trabajar con mil 500 visitantes mensuales, actualmente recibe cuatro mil. Pero hay épocas en el año en las que el número tiende a subir por las vacaciones o por el mes patrio. El principal público son los niños, aunque el museo está diseñado para que lo disfruten grupos familiares, escolares o individuos de cualquier edad. Las cédulas informativas suelen ser suficientes para recorrer el museo, sin embargo, también hay visitas guiadas y guías impresas.
A pesar de ser un museo tan joven, ha tenido mucha experiencia en innovación y creatividad. No sólo se caracteriza por ser un museo que mantiene las instalaciones limpias, sino que allí se realizan actividades de todo tipo. Desde cursos (arreglos florales, etiqueta, baile, meditación), talleres (de arqueología, cerámica, literatura) hasta la realización de bodas y graduaciones en los jardines. “Es hermoso que bailen el vals sobre la maqueta iluminada”, comenta la directora (written byNancy Arroyave; source Prensa Libre).
The Museo Miraflores is located at the 7a. calle 21-55, in Zona 11, Guatemala City. The museum is open to the public Tuesday to Sunday, from 9:00 to 19:00 hrs. The admission fee is Q8, for children, elder adults, and students with student card, and Q15 for local (Guatemalan) adults. Foreigners pay US$ 3 for children and US$ 5 for adults.